jueves, 29 de septiembre de 2016

Lecciones budistas para persuadir a tus empleados y clientes

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Algunos tuvimos la fortuna o desfortuna de trabajar en una empresa que comulgaba con el hacer por hacer, ganar por ganar y sufrir por sufrir. La orden se cumple sin pensar mucho en el beneficio a los demás; las acciones “persuasivas” en esos lugares son más bien politiquería y corajes eternos que empujan el mecanismo tóxico para ganar dinero.

¿Te suena conocido?

Los emprendedores tienen la ventaja de empezar desde cero, solo o acompañados tienen la posibilidad de crear un universo nuevo. Si las raíces son fuertes, su empresa crecerá frondosa. Si las formas depersuadir a su gente y a sus clientes, son nobles… los frutos que reciba lo serán también.

Los budistas lo saben desde el siglo V antes de Cristo. Lo llaman Catuh-samograha-vastu o cuatro caminos para la persuasión:

1. Dana (Dar)

La intención de un negocio es dar, sin dar no regresa nada. Es una regla primaria y lógica. Ese dar debe ser amplio en calidad y utilidad. Y es bueno que se amplíe en beneficios que no sean solamente para el target. Se da a los pobres y a los que tienen capacidades diferentes: dinero, tiempo o atención. Este camino muestra que debe darse oportunidades y enseñar a trabajar a quienes no cuentan con una habilidad desarrollada para que no sean dependientes financieramente de alguien. Se da a los que están en desesperación, en miedo y ansiedad. Se da liberación en la medida de las posibilidades.
Piénsese en el servicio que da Virgin Atlantic a sus clientes, la dignidad y poder que da a sus colaboradores, y como apoya a empresas sin fines de lucro como Can Do Coffee que vuelve a ex convictos emprendedores con su propio carrito de café. Persuasión instantánea.

2. Arthakrtya (Acciones benéficas)

Acción es hacer. Acción benéfica es hacer cosas con fines positivos para que la felicidad se haga presente. Hacer comida para que tus clientes estén sanos. Embotellar agua que haga bien y al hacerlo no contaminar. Disminuir las malas acciones y cultivar un buen precedente para enriquecer la sabiduría y las bendiciones. El sólo hecho de tener una intención buena al iniciar el día, puede redirigir las acciones normales y convertirlas en bendiciones multiplicadas.
Piénsese en Casa del Agua, hace bien con agua sin huella de carbón (nunca transportada la que se compra en el lugar); hace bien para quien cree en la ciencia, ofreciendo agua con propiedades alcalinas y minerales; y para quienes creen en lo místico, viene armonizada con gratitud, música y mensajes de amor. Tan cara y buena como una Evian pero sus acciones son más persuasivas.

3. Priyavacana (Ternura de Voz)

La imagen es voz; estar limpio y suave de apariencia para ser agradable o al menos no molestar es lo correcto. La conducta habla; ser bueno y puro, amable y sincero al hablar. Es bueno entender que, por lo general, se respetará al que es justo de palabra y actuar.
Si clientes o colaboradores han hecho algo bueno, por qué no alabarlos justamente y animarles a seguir. Si alguien tiene miedo, ansiedad o desesperación… no cuestan mucho algunas palabras para consolarlos. Si alguien tiene malos pensamientos o un actuar basado en el mal, un entrepreneur persuasivo les dará consejos para instarlos a dejar de hacerlo.
En este camino, se respeta a los demás, se escucha con atención lo que dicen, y se procura entender los problemas y necesidades. No se promete lo que no se hará sólo por entusiasmar. Téngase compasión ante todo (no lástima), pensamientos bondadosos y respeto a todas las religiones, etnias y tipos de personas en el entendido de que no hay nadie superior o inferior. Así el emprendedor persuade con palabras apropiadas de una manera apropiada. Se le conoce como el habla afectuosa.
Piénsese en el restaurante La Chiquita, venden tortas y jugos en la esquina de Murcia y Actipan en Insurgentes-Mixcoac, respetando y platicando con sus clientes. Entre otras cosas, a mí nunca me han discriminado y eso me persuade a regresar.

4. Samanartharta (Cooperación)

Operar de manera conjunta es cooperar. El emprendedor no puede alienarse de sus “públicos interesados”, él debe ser el primer interesado en ellos y no al revés. Debe comer, trabajar y vivir con ellos la mayor parte del tiempo. Estar cerca de ellos genera confianza y amistad. Cooperar es posible solamente empujando el mismo carro.

Piénsese en Sam Walton, fundador de Walmart, que preguntaba a los estibadores cómo mejorar la operación. En Carlos Kasuga, fundador de Yakult, que come en casa de los obreros de su empresa aleatoriamente. En Alfonso Betancourt, CEO de la agencia Upgrade, quien tiene un escritorio indistinguible en medio de toda su gente. Ser sensible a lo que pasa en tu alrededor es persuadir.
Acabas de conocer los Catuh-samograha-vastu o cuatro caminos para la persuasión. Son formas que usan los Bodhisattva, o sea los que siguen el camino del Buda. Un buen cristiano, musulmán o ateo no debería diferir mucho de este comportamiento para lograr ser un emprendedor persuasivo. En realidad, hacer las cosas de forma contraria es querer complicarse la vida. Al fin de cuentas; hacer por hacer; ganar por ganar; sufrir por sufrir… en el sentido más amplio e inteligente… no es muy rentable que digamos.

martes, 27 de septiembre de 2016

Redefine el éxito y encuéntrale sentido a tu trabajo

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El éxito corporativo está definido por los objetivos y las expectativas que la organización, tu jefe o tu supervisor tiene sobre ti, lo cual no funciona por tres razones:

Primero. Si sólo valoramos a quienes han alcanzado la cima de la jerarquía, entonces, por definición, estamos descontando al otro 99,99%. Así creamos una línea de montaje cruel que produce una multitud de personas frustradas e infelices que creen, a menudo equivocadamente, que los que han triunfado de verdad han llegado a la cima.

Segundo. Al ver nuestra vida profesional como si se tratara una carrera, entramos en un estado de lucha constante en el que ‘nos posicionamos’ contra todos los demás. Piensen por ejemplo en los sistemas de incentivos. He visto muchos de ellos y también he diseñado algunos que –mea culpa— se centraban en los resultados y rendimiento individuales. Pero estos nunca estuvieron basados en la cooperación o en una sensación de propósito.

Creo que el estrés no está relacionado únicamente con la cantidad de trabajo que tenemos, sino más bien con la baja calidad de las relaciones que hemos desarrollado con nuestros colegas. En una organización, el clima de ‘todos contra todos’ degrada esas relaciones. Todo trazo de una conexión entre personas se pierde, convirtiendo esas relaciones en simples transacciones y vínculos utilitaristas. Esta obsesión con las apariencias y no con las formas nos despoja de nuestra humanidad.

Tercero. Todos terminamos tomando parte de una competencia feroz. Llegamos a estar tan absortos y ocupados en ganar esa carrera de ratones que olvidamos que, incluso ganando, seguiremos siendo ratones. Y no sólo ratones, sino ratones vulnerables: pues una crisis económica crónica, una reestructuración corporativa u otra multitud de circunstancias ajenas a nuestro control podrían ponernos de patitas en la calle. Si el éxito corporativo es la única manera de definir tu identidad, entonces tu identidad puede ser fácilmente destruida; una destrucción que traerá consigo todas las consecuencias emocionales y sociales resultantes.
Se dice que Albert Einstein escribió lo siguiente: “Si tuviera una hora para solucionar un problema y mi vida dependiera de dicha solución, pasaría los primeros 55 minutos decidiendo cuál es la pregunta correcta que debería hacer. Porque si la conociera, podría resolver el problema en menos de 5 minutos”.
En vez de correr a toda prisa por nuestras vidas laborales, deberíamos detenernos a considerar las preguntas que pueden ayudarnos a sacar lo mejor de nuestras carreras profesionales. En mi libro La Brújula del éxito (La Bussola del Successo) he identificado 10 preguntas importantes que, desde mi punto de vista, pueden guiarte hacia una carrera profesional más provechosa. Y ayudarte a redefinir por completo lo que realmente significa tener éxito.

1. ¿Cuál es tu propósito?

El escritor Mark Twain dijo una vez: “Los dos días más importantes de tu vida son el día en que naciste y el día en que descubriste por qué”.
La cuestión es, por tanto: ¿Cuál es el propósito real de tu vida? ¿Por qué estás aquí y por qué estás haciendo lo que haces? Un error muy común es confundir el propósito con las metas u objetivos. Un propósito, por ejemplo, es destacar en tu actividad, mientras una meta es ser ascendido o cumplir con un cometido. Cumplir con una cantidad de cometidos nunca puede equivaler a tener un propósito significativo. Tus metas y objetivos pueden ser aplastadas por circunstancias externas u otras personas, pero no pueden destruir tu propósito. Todos necesitamos que nuestras vidas tengan un propósito. ¿Cuál es el propósito de la tuya? Acá va una pista: un propósito significativo es más importante que uno mismo y está relacionado con una causa o una misión en la que crees profundamente. Piénsalo: ¿Quieres ser un misionero o un mercenario? Céntrate en dejar una huella duradera, no en los resultados a corto plazo.

2. ¿Cuáles son tus puntos fuertes?

Tras 20 años como director de Recursos Humanos en varias organizaciones y países, he aprendido que todos tenemos un talento, un verdadero tesoro en nuestro interior que espera ser descubierto. Pero no basta descubrir ese talento: debemos utilizarlo y mejorarlo incesantemente. El talento está sobrevalorado, pues sólo juega un papel menor en nuestro éxito.
Éxito significa hacer un esfuerzo constante por mejorar, y negarse a tolerar la mediocridad. Tu verdadero punto fuerte es, por tanto, tu talento multiplicado por el esfuerzo que inviertes en desarrollarlo.  Como dice el dicho: El éxito es 10% de inspiración y 90% de transpiración.  Piensa en los atletas olímpicos, esos breves segundos o minutos son el resultado de años, o incluso décadas de esfuerzo, sacrificio y progresos minúsculos. Cuando Flavia Pennetta, de 33 años, ganó el US Open de tenis, un periodista le dijo; “Ese último golpe fue un destello de genialidad”. “¿Genialidad?”, respondió Pennetta. “Llevo 20 años practicando ese golpe”. Michael Phelps se ha convertido en leyenda tras ganar 22 medallas de oro, una hazaña de perseverancia asombrosa que no se consigue sólo a base de talento innato.

3. ¿Puedes controlar tu ego y construir puentes en vez de muros?

Ryan Holiday, el autor y emprendedor estadounidense, ha llegado a afirmar que “el ego es el enemigo”. Por lo que el asunto es el siguiente: ¿Puedes controlar, o incluso matar, tu ego? ¿Puedes eliminar tu orgullo, tu propensión a atribuirte el mérito y a ser el centro de atención? ¿Puedes escuchar otros puntos de vista, pero no porque se supone que debas hacerlo sino porque realmente te interesa? Si has contestado que no una y otra vez, adoleces de lo que los antiguos griegos llamaban ‘hubris’: el peligroso exceso de confianza que te lleva a creer que tienes razón y que todos los demás están equivocados.
Muchas debacles políticas y económicas se construyeron sobre los defectuosos cimientos de esa arrogancia. Volviendo a los griegos, hubris siempre conducía a la lamentable aparición de Némesis, la retribución divina. Antes de que el desastre golpee necesitas construir puentes, tirar abajo los muros y conectar y estar en contacto constante con los demás, pues en tu viaje nunca estará solo.

4. ¿Qué es lo opuesto al éxito?

Si has respondido ‘el fracaso’, piensa de nuevo. ¿Quién es el jugador de baloncesto que falló 9000 lanzamientos a lo largo de su carrera? Fue Michael Jordan, considerado el mejor jugador de todos los tiempos. Nelson Mandela dijo alguna vez: “Yo nunca pierdo. O gano o aprendo”. Vuelvan a leer esta hermosa frase: Yo nunca pierdo. O gano o aprendo. Si conseguimos aprender de nuestros errores, el fracaso no es lo opuesto al éxito sino que se convierte en un componente clave de éste. En mi libro, el único fracaso es la imposibilidad de reflexionar y aprender. Como reza el proverbio japonés: “La vida es caer siete veces y levantase ocho”.

5. ¿Cómo puedes llegar a entender la complejidad y la cultura de tu organización?

No hace falta ser un experto en comportamiento organizacional, pero sí debemos comprender a fondo la cultura de la compañía para la que trabajamos. Es necesario entender en profundidad sus reglas y normas más importantes, pues la mayoría de ellas no están escritas ni son explícitas. Si no las conoces, serás devorado por los nativos. Lo que mi libro brinda son herramientas simples y prácticas para ‘decodificar’ estas organizaciones. Un ejemplo: estudia a quienes ocupan los puestos más altos en tu organización. ¿Cómo llegaron allí? ¿Por sus méritos, sus capacidades, su integridad, sus resultados? ¿O por otros factores? Al estudiar quién ha llegado a lo más alto debemos estar atentos a la narrativa que se nos desvela.

6. ¿Cómo puedes crear confianza?

La confianza es un tema crucial para individuos, organizaciones y sociedades, y debes construirla invirtiendo tiempo y trabajo duro. Tu reputación será uno de los pilares de tu carrera profesional. Entonces, ¿cómo crear tu reputación? Todo cuenta: el carácter, la credibilidad, estar presentes cuando te necesitan, tu capacidad, confiabilidad, integridad y resultados. La arrogancia y los conflictos de interés, ya sean reales o percibidos, son corrosivos a la hora de crear confianza. Recuerda: a un candidato se le recluta por sus condiciones, pero cuando ascienda lo hará fundamentalmente con base a la confianza que haya creado.

7. ¿Cómo manejas las decisiones difíciles?

En tu carrera profesional tendrás que tomar decisiones difíciles. Es lo que yo llamo “el momento  de tus convicciones”. Son esos momentos en que los conocimientos técnicos no bastan para ayudarte a encontrar el camino correcto o la mejor solución a un problema espinoso. Lo que decidirá esos momentos es tu carácter. La historia nos demuestra que en situaciones extremas la obediencia ciega a la autoridad puede tomar las riendas; a su vez la psicología nos muestra lo difícil que puede ser decir que no. El Experimento Milgram demostró claramente que sus  sujetos estaban dispuestos a acatar la orden de aplicar shocks eléctricos a otros individuos. Negarse a seguir órdenes es un activo valioso en tu carrera profesional. Nunca debes perder de vista tus convicciones. A lo largo de tu carrera te enfrentarás a muchas circunstancias difíciles que quizá no te cambien, pero que sí revelarán quién eres.  

8. ¿Cuántas lentes utilizas?

En una oportunidad fui a una conferencia dictada por un famoso fotógrafo, quien nos mostró las fotos que había tomado en una isla caribeña. Eran imágenes bonitas, del estilo de las cartas postales, pero un poco aburridas y predecibles. A continuación nos mostró otra serie. Estas fotografías habían sido tomadas en el mismo lugar y sin embargo se veían totalmente diferentes: la luz, la perspectiva, los colores, todo era distinto. Entonces nos explicó que para la primera serie de fotografías había utilizado la misma lente, mientras que para la segunda había usado muchas lentes y ángulos diferentes. Ese es para mí el significado de ‘diversidad’.
Para ver la realidad desde otros puntos de vista hacen falta lentes distintas, de modo de evitar la tentación de creer que la única perspectiva válida es la de uno y la única ideología correcta es la propia. La idea de las lentes aplicada a tu lugar de trabajo puede ayudarte a entender la complejidad, a conectar los puntos y a apreciar otras perspectivas. Hoy, estas capacidades son más importantes que nunca pues debemos construir puentes de tolerancia e inclusión para contrarrestar las fuerzas que intentan levantar muros entre países, ideas y personas. La diversidad es un bien invaluable. Mientras organizaciones como el Banco Mundial están encontrando formas de medir la diversidad y fomentarla, países como Canadá ven la diversidad como una parte crucial de su cultura y uno de los pilares de su prosperidad.

9. ¿Eres una máquina de aprender?

Siempre se puede aprender. En 1938, Ingeborg Rapoport había terminado de escribir su tesis y estaba a punto de recibir su doctorado en medicina. Pero debido a las odiosas leyes raciales que impuso el régimen nazi, titulación se le negó la debido a su herencia judía. Rapoport emigró a Estados Unidos, continuó allí sus estudios de medicina y trabajó en numerosos hospitales como pediatra y neonatóloga. Con algo más de cincuenta años, regresó a la República Democrática Alemana, y fundó la primera clínica de neonatología en Berlín Oriental. En 2015, la Universidad de Hamburgo decidió enmendar la injusticia cometida 77 años antes. Rapoport defendió su disertación de 1938 y obtuvo su título a los 102 años de edad. Por su entrega a la educación y su lucha contra la injusticia sufrida, es una de mis heroínas.
Conviértete en una máquina de aprender, experimenta fracasos exitosos y no dejes de aprender, incluso si tienes 102 años. Inventemos el futuro invirtiendo en nuestra educación. Será un viaje gozoso hacia la libertad –en la mayoría de los casos—, porque independientemente de lo que ocurra en la oficina, nadie te puede quitar lo aprendido.

10.  ¿Amas lo que haces?

Hace poco tiempo estuve en Antigua, Guatemala, uno de mis sitios preferidos en todo el mundo. Allí me enamore de las acuarelas de un artista callejero llamado Gerardo, que trabajaba el día entero pintando unos paisajes maravillosos. Quise comprarle una pero sólo le quedaba aquella en la que estaba trabajando entonces, y aún no había terminado. Yo me encontraba a punto de dejar el país, no podía esperar e insistí en comprarle la acuarela. Y como aún no estaba terminada le pedí un descuento, pero Gerardo me pidió el doble del precio habitual. Aquello me sorprendió e incluso me molestó un poco. Le pregunté por qué quería cobrarme el doble por una obra  incompleta. Y Gerardo me respondió: “Porque usted me va a quitar el placer de hacer algo que verdaderamente amo”. Así que le pagué lo que me pedía, sabiendo que me llevaba una lección de vida invaluable: si alguien tiene que pagarte para que abandones lo que estás haciendo, es que realmente amas lo que haces.

Ojalá que mi libro transforme lo que para ustedes significa una exitosa carrera profesional, y desmonte la idea de que sólo puede haber unos pocos ganadores, de que los perdedores son los más. Una carrera exitosa es algo profundo, significativo y relevante. Pero lo es para todos nosotros, no sólo para unos pocos elegidos. En medio de la Cuarta Revolución Industrial, en esta era de transformación radical y conmoción tecnológica, necesitamos afianzar nuestras vidas laborales y nuestra identidad a nuestros valores. La brújula del éxito nos ayuda a hacer una pausa y reflexionar sobre quiénes somos, qué valores defendemos, y cómo tener una carrera profesional significativa, cargada de propósito, integridad y pasión.
Este texto fue escrito originalmente en WEF

viernes, 23 de septiembre de 2016

El método Lego para convertirte en un mejor líder

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Si en tu empresa sufren de retrasos en las entregas, la productividad ha disminuido o los líderes no están cumpliendo con su función, aunque parezca difícil de creer, tu solución puede estar en los juguetes de Lego.

“Lego Serious Play es un metodología que consiste en enseñarle a las empresas productividad y calidad bajo principios de excelencia operacional, conocidos como lean manufacturing”.

Este método invita a los participantes a “pensar con las manos”, para construir, compartir su visión, sus ideas, sus emociones y sus interpretaciones acerca de un tema o problemas. Cada miembro del equipo participa activamente y comparte las ideas, hipótesis e interpretaciones, para entablar un debate.

En este ejercicio no importa si eres el jefe y compartes mesa con los empleados o viceversa. El fin es encontrar soluciones significativas a problemas reales y para ello todos tienen voz y deben ser escuchados. Las actividades se dividen en teóricas (30%) y prácticas (70%).

¿Se puede aprender jugando?

En la primera parte, los integrantes del grupo discutirán algunos conceptos de mejora continua; a través de casos buscarán soluciones con apoyo de material bibliográfico.

Aquí se revisarán distintos textos sobre liderazgo, y otros de los pioneros de los impulsores de las líneas de ensamble, como el caso de Henry Ford y su libro ‘Today and tomorrow’; también analizarán ‘Calidad, productividad y competitividad’, de Edwards Deming; ‘Kaizen’, de Masaaki Imai; ‘7 hábitos de la gente altamente efectiva’, de Stephen Covey; ‘Empresas que sobresalen’, de Jim Collins; y ‘La estrategia del océano azul’, de Chan Kim y Renée Mauborgne.

Esta metodología, de acuerdo a su sitio web “invita a los adultos a construir su identidad, su visión y la estrategia para alcanzar sus sueños y concretar sus proyectos de futuro”.

Los participantes recibirán entonces una serie de instrucciones para aplicar el modelo en las mesas de práctica.

Llegó la hora de armar

Como primer paso, los participantes tendrán que armar una torre, compartir sus fortalezas, y preparar los conocimientos previos para llevarlos a la mesa de práctica

Posteriormente, en las mesas de práctica harán una línea de ensamble con piezas de Lego. “Ellos tienen que producir en tres oportunidades un producto libre de defectos, en el menor tiempo posible y cumpliendo las especificaciones”.

En esta etapa el objetivo es implementar mejoras en la línea de producción, aprovechar el desperdicio, y mejorar tiempo de entrega.

“Se desarrollan habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, trabajo colaborativo, negociación, manejo de conflicto, y toma de decisiones, También competencias e innovación. Tienen que buscar e inventar formas de hacer lo mismo en menor tiempo”.

A lo largo de los ejercicios se utiliza una técnica conocida como 5 S, una herramienta japonesa que refiere al mantenimiento integral de una empresa: Seiri (Clasificación y descarte), Seiton (Organización), Seiso (Limpieza), Seiketsu (higiene y visualización), shitsuke (disciplina y compromiso).

La calificación no es académica (del 0 al 10). “El examen será en sus plantas o en sus respectivos trabajos, en donde deben lograr una productividad que mejore sus estrategias de negocio”.

martes, 20 de septiembre de 2016

7 principios científicos para ser feliz con lo que haces

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Aristóteles dijo una vez: “La felicidad es el significado y el propósito de la vida, el objetivo absoluto y el fin de la existencia humana”.

Desafortunadamente, muchas personas no son felices. Según datos del INEGI cerca del 50% de todos los hombres y las mujeres en nuestro país no se califican como felices. Adicionalmente, y según el Informe Mundial sobre Felicidad, México ha descendido en el último año del lugar 14 al 21 de entre los 156 países considerados. Hoy día, por ejemplo, hay 600% más personas deprimidas de lo que había en los años 60, y la edad promedio del primer episodio de depresión ha bajado de 29.5 a 14.5 años de edad.

Esta epidemia de infelicidad probablemente tiene mucho que ver con los tiempos tan complejos en los que vivimos. Actualmente estamos expuestos a presiones y expectativas que simplemente no existían cuando nuestros padres estaban en la flor de la vida. Hoy, a diferencia de ayer, no es suficiente para muchos ejercer una labor con orgullo y empeño, tener relaciones personales y familiares saludables, y buscar cada día ser una buena persona. Las exigencias culturalmente aceptadas y autoimpuestas demandan que seamos más guapos, inteligentes, ricos, carismáticos (ponle el adjetivo que quieras) para ser felices.

Negativismo vs. positivismo

Esta crisis de infelicidad seguramente tiene también que ver con el escepticismo tan grande que prevalece en nuestra sociedad acerca de la felicidad personal y el positivismo en general. No es extraño ser catalogado de poco realista y hasta ingenuo si uno se enfoca en lo positivo, en lugar de en lo negativo, en ser feliz, en lugar de quejarse. En cualquier ámbito, ya sea político, económico, profesional o personal, uno es tachado de ignorante si se atreve a hablar de aquello que sí va bien y de ver las cosas desde un enfoque apreciativo. Y no es que uno sea tonto y no se de cuenta de la magnitud de los problemas y dificultades que existen, pero ¿será que enfocarse en lo negativo es el acceso a resolverlo y obtener lo que queremos? Yo pienso que no, puesto que si fuese así entonces los problemas que nos acosan estarían disminuyendo y muchas más personas serían felices.
Tengo que aceptar que yo mismo caí en esta trampa autodenominada negativismo realista. Durante gran parte de mi vida pensé que el acceso a lograr mis metas de vida era ser implacable, conmigo y con los demás. Por ende, durante muchos años fui extremadamente crítico, puesto que pensaba que ello me llevaría a lograr el éxito y, por ende, la felicidad. No fue así.
La propuesta alterna, la cual descubrí después de varios traspiés, y hoy validada ampliamente por múltiples ciencias y disciplinas serias, tales como la ciencia de la felicidad, la psicología positiva, la indagación apreciativa, el desarrollo organizacional positivo y hasta la neurología, es que nuestra actitud, enfoque, pensamientos, conversaciones e interacciones construyen la realidad que vivimos y que aquello que percibimos, bueno o malo, está íntimamente ligado con nosotros. Así las cosas, y dicho simplemente, un enfoque en lo negativo, genera negatividad; un enfoque en lo positivo, genera positividad.
A continuación, enlistamos siete principios para ser feliz.

1. Entre estímulo y respuesta

Viktor Frankl, el famoso neurólogo y psiquiatra austriaco creador de la logoterapia, quien sobrevivió tratos inhumanos a manos de los Nazis en campos de concentración, nos dice: “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En este espacio se encuentra nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta están nuestro crecimiento y nuestra libertad”.
Frankl nos recuerda que en cualquier situación siempre tenemos la posibilidad de elegir nuestra respuesta. La situación puede no gustarnos, pero tenemos el poder de no permitir que ello nos desmoralice o, peor aún, nos acabe, y de elegir una respuesta que nos haga crecer, ser libres y felices.

2. Tus palabras son tu destino

Las conversaciones que tenemos, con los demás y con nosotros mismos, tienen un impacto inmenso, tanto así que hoy día la ciencia puede detectar cambios neuronales y en la materia a partir de las palabras que emitimos. Para ser feliz es necesario detectar todas esas conversaciones negativas que tenemos y pararlas, sustituyéndolas por conversaciones que promuevan nuestra felicidad en lugar de nuestra miseria.

3. Actúa como si ya fueras feliz

El cerebro humano no distingue la diferencia entre una circunstancia real o ficticia. Es por ello, por ejemplo, que podemos preocuparnos inmensamente, al punto de enfermarnos, ante el miedo de hacer el ridículo o de quedarnos pobres, solos o desamparados, aunque ello solo sea una posibilidad muy poco probable. Utiliza esta característica del cerebro para tu bien, actuando como si ya fueras feliz. Sonreír, reír, respirar, alzar la cabeza, adoptar una postura erguida, hacer ejercicio, salir con amigos, cantar, bailar y tomar acción son todas cosas que podemos hacer para desencadenar una serie de procesos neurológicos y psicológicos que nos harán sentir bien, independientemente de las supuestas circunstancias.

4. Agradece lo que tienes y se generoso con los demás

Dicen que una persona rica no es aquella que tiene más, sino aquella que está satisfecha con lo que tiene y lo comparte con otros. Para ser feliz, dejemos de enlistar todo aquello que no tenemos y queremos y aferrarnos a lo poco que sí poseemos. Intenta todos los días el ejercicio de despertarte y dormirte enlistando todas las cosas por las cuales estás agradecido, y haz uno o varios actos de generosidad al día. Quizá te suene tonto, pero te prometo que si lo haces te sentirás más feliz.

5. El animal social

El ser humano, ya sea extrovertido o introvertido, es por naturaleza un animal social. Cuando estamos enojados, tristes o deprimidos, muchas veces cometemos el error de aislarnos. La ciencia de la psicología positiva ha demostrado que el contacto humano conduce a sentimientos de felicidad y satisfacción. Cuando te sientas cabizbajo, resiste la tentación a estar solo y acércate a otras personas.

6. Dime con quién te juntas y te diré quién eres

Ahora, no recurras a cualquier persona. Tu círculo social tiene un inmenso impacto sobre ti, por lo que querrás ser cuidadoso de acercarte y juntarte con personas que por su forma de ser te motiven en lugar de que te depriman. Estar con alguien que concuerda contigo lo mal que están las cosas puede darte un cierto alivio temporal, pero a la larga cimenta tu perspectiva negativa.

7. El éxito no causa felicidad

En esta columna y con consejos como agradece lo que tienes, no pretendo recomendar que dejemos de buscar obtener los éxitos que deseamos, sino que cuestionemos la manera en la que lo hacemos o el orden de los factores. Pensamos erróneamente que el éxito causa felicidad; que si solo obtenemos el trabajo deseado, el aumento de salario, el coche que tanto anhelamos o la atención de aquella persona que nos gusta, entonces seremos felices. Uno de los hallazgos más sorprendentes de la ciencia de la felicidad es que ello funciona al revés: éxito no causa felicidad; es la felicidad la que causa el éxito.

Me gustaría finalizar esta columna como la inicié, con una cita de Aristóteles, uno de los grandes filósofos de toda la historia y un pionero de la ciencia de la felicidad, quién nos dice sabiamente: “La felicidad depende de nosotros mismos”. La felicidad, entonces, no es un destino al que llegamos en el viaje de la vida, sino el método de transporte que elegimos, o no, utilizar. 

jueves, 15 de septiembre de 2016

¿Adiós a las evaluaciones de desempeño?

Habida cuenta de la necesidad urgente de un golpe de timón, el principal objetivo que persiguen las compañías es desarrollar a los colaboradores poniendo foco en la habitualidad de los Feedbacks, por sobre las mediciones y rankings.
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En el siglo XXI, el talento está obteniendo un reconocimiento sin precedentes como un factor clave de éxito en los negocios; tanto es así, que para algunos ya estamos en medio de la “The Human Age” en la historia de las organizaciones.

En la actualidad, diversas fuentes de investigación demuestran estadísticamente aquellos clásicos slogans de los gerentes de RRHH de las últimas décadas: “los resultados de negocio correlacionan con la presencia efectiva de prácticas de gestión del desempeño en las organizaciones”.

Pero no de cualquier manera, dado que también están medidos sus factores de fracaso...

A nivel Latam, solo el 5 % de los encuestados por Mercer (1) cree que su programa de GD provee valor excepcional al negocio, lo cual es una grave noticia, junto a una gran oportunidad de cambio.

En este sentido, puede decirse que los sistemas de GD han envejecido por varias razones:
  • El contexto cambia muy rápido para setear objetivos anualmente.
  • Un año es mucho tiempo para mantener la motivación sostenida.
  • Es difícil setear objetivos con mucha especificidad: La medición milimétrica del trabajo de una persona es imposible además de improductiva, dado que traslada el foco hacia el control y la evitación del cambio
  • Cuando se fijan objetivos sobre la base de los sistemas de evaluación, se tiende a hacerlo menos desafiantes en general. Esto les facilita a los colaboradores el obtener mejores calificaciones que no diferencian con justeza la performance excepcional del resto (por los topes que también plantean los mismos modelos).
  • Los feedbacks de desempeño con impacto directo en el bonus, generan conversaciones “defensivas”, no de desarrollo.
  • Habida cuenta de la necesidad urgente de un golpe de timón, el principal objetivo que persiguen las compañías es desarrollar a los colaboradores poniendo foco en la habitualidad de los Feedbacks, por sobre las mediciones y rankings (2)

Por consiguiente, resulta urgentemente necesario CAMBIAR:

- EL FOCO DE LOS ACTUALES METODOS: de la medición estricta hacia “la mentalidad de crecimiento (“growth mindset”) (3), dejando de lado el foco en las clásicas “Debilidades” y apuntalando los intereses y fortalezas de las personas.

- LOS PROCESOS Y SUS HERRAMIENTAS: los sistemas de GD deben ser ágiles, flexibles, simples y con tecnología integrada al big data del talento de la organización.

- LAS CAPACIDADES DEL JEFE: de evaluador a Coach
Y ya hay algunas posturas bien definidas al respecto; por dar un ejemplo, la empresa Adobe abolió en el 2012 las puntuaciones de rendimiento, reemplazándolas por reuniones de feedback informales llamadas “Check ins” (5)

Esto implica que el Feedback mismo debe cambiar
Un nuevo enfoque está emergiendo, con foco en la expansión de las fortalezas, y no en las debilidades; dado que ya ha ganado amplio consenso el hecho de que la mejor actuación de una persona proviene de ocuparse de un trabajo “significativo” que capitaliza sus fortalezas y canaliza sus aspiraciones personales. Por ello más que nunca en el siglo XXI necesitamos diversidad de perfiles… y también líderes que puedan gestionar esta diversidad.

Y el Bonus de desempeño tampoco escapará de la necesidad de cambio
Las tendencias indican que el crecimiento sustentable de una organización se apoya en un posicionamiento de equidad externa e internas adecuadas (donde el bonus no prorratea un déficit de compensación de base) y constituye una variable más de las aplicadas a la retención de los “altos contribuyentes y potenciales “, en estrecha relación con resultados del negocio.

Claramente, todo esto se sostiene en un cambio de paradigma en donde los drivers de desempeño reflejan la mutación del “homus economicus” al “homus development”; y en este nuevo espacio recupera su relevancia el líder como el principal hacedor de la “experiencia de satisfacción” impulsora del compromiso del colaborador: es quien puede generarle a través de su gestión, nuevas vivencias de “autonomía, maestría y propósito “(4) para sus vidas.

(1) Mercer- Performance Management Practices Survey
(2) Putting he Performance back in PM – Rose Mueller Hanson
(3) KILL YOUR PERFORMANCE RATINGS – David Rock, Josh Davis and Beth Jones
(4) Pink, Daniel, Drive, the Surprising Truth about What Motivates Us, Riverhead Books, 2009
(5) https://blogs.adobe.com/adobelife/adobe-life-magazine/v1/check-in/

miércoles, 14 de septiembre de 2016

3 consejos para dejar de ser impuntual

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En Perú, o por lo menos en Lima, es muy común que las personas caigan en la impuntualidad, por uno u otro motivo, pero decir que es un asunto cultural no nos exhime de nuestra responsabilidad personal.
Antes de ver a la impuntualidad como un problema debemos verlo como un síntoma. Por ejemplo, si te duele el estómago ese no ser tu problema, sino solo un síntoma de una grave gastritis.
Cuando una persona es impuntual debe comenzar por identificar ¿qué hay detrás de esa situación? ¿por qué hay una falta de compromiso?

a) Autosabotaje

Es común que aceptemos hacer cosas cuando en realidad no tenemos deseo de hacerlas. Es ahí donde muy probablemente algo pasará –que inconscientemente estas provocando- y no llegarás a tiempo a tu cita.

b) Evasión

Cuando llegamos tarde estamos evadiendo porque algo nos disgusta o no nos satisface del todo. Esto sucede mucho cuando la gente no llega a tiempo a su trabajo, quizá no está contento con lo que hace o tiene pendientes por hacer que le pesan.

¿Qué hacer?

Si eres de esas personas que llega tarde, es momento de hacer un examen de consciencia que te ayude a entender el problema y después sigue las recomendaciones que nos da la experta en coaching.

1. Respeta tu tiempo

Cuando no tienes respeto por el tiempo de los demás, tampoco lo tienes con el tuyo.
Una persona que es impuntual vive abrumada por todo, vive desenfocada y dispersa.
Hay que preguntarse: ¿En dónde estoy enfocando mi tiempo y atención?, ¿a qué le estoy dedicando mi tiempo?

2. Distingue entre los prioritario y lo urgente

A veces las personas nos cargamos tantas actividades que por más que hagamos no logramos cumplir con lo que prometemos.
Hazte cargo de tu agenda. Haz lo importante y no lo urgente.

3. Analiza por qué eres apático

Cuando ves que ciertas actividades las postergas y no cumples al 100%. Debes preguntarte: ¿es algo que no me satisface?, ¿es algo que no quiero hacer pero lo hago porque me lo exigen?
En este caso debes tomar decisiones importantes sobre qué proyectos sí vas a tomar y cuáles no. Si realmente te vas a comprometer hazlo, sino déjalo pasar.

Ejercicio

Piensa en una situación que cumpliste al 100% y con muy buenos resultados, esto contra una situación en la que no lograste buenos resultados. Este análisis te ayudará a encontrar y decidir qué proyectos quieres realmente hacer y con los cuales seguramente caerás en la impuntualidad.

jueves, 8 de septiembre de 2016

5 obstáculos que impiden tu autorrealización

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La autorrealización es la necesidad psicológica más elevada del ser humano y es a través de su satisfacción que se encuentra un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad, así la define Abraham Maslow en su libro “Una teoría sobre la motivación humana”.
La autorrealización no es exclusiva de unos cuantos. Todos los seres humanos podemos alcanzarla, a pesar de vivir historias y circunstancias distintas. ¿Cuáles son entonces los factores que determinan las posibilidades que tiene una persona para autorrealizarse?

En su libro “Más allá del principio de la autodestrucción”, el Dr. Martín A. Villanueva, hace un estudio integral de diferentes corrientes psicológicas para darnos una visión de los principales obstáculos que impactan la autorrealización de una persona.

1. Miedo a aceptar aspectos negativos en mí mismo

Desde nuestra infancia aprendimos que ciertas emociones y actitudes no eran “buenas”,  por lo que censuramos algunas reacciones hostiles que son muy normales y que incluso resultan funcionales (en cierta medida) ante circunstancias específicas. Por ejemplo, la capacidad de expresar enojo o inconformidad y la autenticidad para poner límites ante lo que nos disgusta.
De esta manera, y con tal de no perder la aprobación y el cariño de los demás, nos volvemos condescendientes y evitamos a toda costa perder el control de nuestras emociones, de lo contrario nos sentimos muy culpables.
No se trata de ir por la vida explotando y generando conflicto ante cualquier provocación, sino de aprender a utilizar y expresar nuestro enojo de manera efectiva: con la persona indicada, en el momento oportuno y en la intensidad adecuada.
¿Qué consecuencias te ha traído no expresar de manera genuina tus enojos e inconformidades? ¿Hacia dónde podría llevarte este patrón de conducta si continúas así?

2. Auto-exigencias y “deber ser”

Mientras más nos aferramos a nuestros “deberías” y a la imagen idealizada que tenemos sobre nosotros mismos, más frustrados, culpables y desdichados nos sentiremos.
Los altos niveles de auto exigencia nos hacen vivir inconformes y peleados con quien realmente somos, nos impiden aceptarnos como una persona con defectos, debilidades y vulnerabilidad ante las pérdidas y fracasos.
De esta manera no nos permitimos ser tan humanos como somos, nos castigamos por no ser quien “deberíamos” de ser, y malgastamos nuestra energía y atención en una fantasía de perfección en vez de utilizarla en el desarrollo de nuestras fortalezas y de relaciones más sanas y satisfactorias con los demás.
¿Qué virtudes y fortalezas de ti mismo estás desperdiciando por estar tan enfocado en tus auto-exigencias?

3. Conceptos rígidos  y creencias irracionales

Las manera en que interpretó mis experiencias pasadas y las creencias que genero a partir de éstas serán la clave entre una vida de aprendizaje y plenitud o de amargura y frustración.
A partir de lo que vivo, creo ideas generalizadas sobre mí mismo, los demás y la vida. Desafortunadamente muchas de éstas no están lo suficientemente sustentadas y aun así las convertimos en nuestras certezas, en el filtro a través del cual observamos el mundo y tomamos decisiones.
Recuerda que no vemos las cosas como son, sino como somos. ¿Cuáles de tus creencias no son racionales, lógicas  o lejos de servirte de algo te limitan a actuar y a relacionarte mejor?

4. Falta de aceptación del pasado

Ninguno de nosotros está exento del sufrimiento, todos estamos expuestos a recibir los golpes y frustraciones que conlleva la existencia. El problema surge cuando no somos capaces de superar y aceptar dichas frustraciones y perseguimos incansablemente que se nos compense por todo aquello que nos ha sido arrebatado o negado.
Necesitamos aceptar y reinterpretar nuestras carencias del pasado para darles un significado más amable y funcional en nuestro presente, de manera que en vez de frustraciones nos llenen de aprendizajes y experiencias que nos permitan responder efectivamente ante los inevitables golpes de la vida.

5. Ganancias secundarias

Aunque todas las conductas anteriores nos impiden desarrollar nuestro potencial y experimentar una vida más plena, también traen consigo ciertas ganancias ocultas, tales como: obtener la aprobación de los demás, sentirnos menos vulnerables ante el sufrimiento y la seguridad que nos da creer tener la razón o la certeza de saber cómo son las cosas.
Lo más importante es que nos hagamos conscientes de los costos que cada una de estas actitudes traen consigo y que - independientemente de los beneficios que nos pueden significar - nos llevan a perdernos de lo más importante: la posibilidad de llegar a ser nosotros mismos y autorrealizarnos.   
¿Cuál de estas conductas te ha arrebatado el privilegio de ser todo aquello que podrías ser?

martes, 6 de septiembre de 2016

5 acciones para manejar la frustración en tu trabajo

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El segundo semestre del año llegó en un abrir y cerrar de ojos, y con él muchos nos vemos obligados a hacer un alto para revalorar y preguntarnos: ¿Qué hemos logrado en el primer periodo? y ¿Qué metas que establecimos en enero y prometimos cumplir a lo largo de este tiempo, no hemos alcanzado aún? Si durante esta rápida evaluación de objetivos notamos un desajuste en las expectativas laborales y la realidad, es probable que empecemos a sentir un cúmulo de emociones que pueden ir desde el desánimo y la angustia, hasta el enojo, sensaciones típicas de la frustración.
Muchas veces decimos que nos sentimos frustrados, pero muchas otras lo experimentamos sin saberlo. Borja López menciona que, si bien la frustración es un sentimiento normal, la forma en que la enfrentemos es lo que hace la diferencia entre que su curso cobre relevancia en nosotros o no lo haga.

Frustración proviene de la palabra frustrar, que significa, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, privar a alguien de lo que esperaba. La frustración en el ámbito laboral es originada por muchos factores, uno de los más comunes es cuando no conseguimos los resultados esperados o cuando al dirigirnos hacia una meta nos topamos con un obstáculo que nos frena. Sea cual sea su origen, acarrear ese sentimiento y dejar que crezca no es conveniente.

Un colaborador frustrado puede desarrollar actitud de apatía, experimentar nerviosismo, ansiedad e incluso llegar a presentar enfermedades físicas, disminuyéndose así su efectividad en el trabajo e impactando la competitividad de la compañía.

Daniel Goleman, creador del concepto de inteligencia emocional, menciona que manejar la frustración consiste en poner energía para aceptar la situación y mantener una posición estable, de manera que las emociones experimentadas como la angustia, el enojo o cualquier otra sensación ligada a la experiencia, no nos lleven a un desborde de la situación. La habilidad para manejar la frustración es una de las más importantes para alcanzar el éxito.

De acuerdo con los especialistas, la etapa idónea para aprender a manejar la frustración es durante la infancia; sin embargo, no todo está perdido, pues existen algunas recomendaciones que si las ponemos en práctica ahora de adultos, nos ayudarán a salir bien librados cuando empecemos a notar sensaciones de frustración en el ámbito laboral. Por ello, a continuación enlisto cinco acciones que, desde mi punto de vista como consultora, son de gran utilidad:

1. Reconoce la frustración

Para aprender a lidiar con esta emoción, es importante saber y reconocer cuándo estamos frustrados y qué nos detona esta sensación. Algunas ocasiones la frustración la arrastramos desde casa y por situaciones ajenas a nuestro trabajo.

2. Controla tus impulsos

Cuando sientas necesidad de seguir un impulso que pudiera ser perjudicial, pregúntate si en verdad vale la pena sentirte así y valora los resultados puedes obtener si reaccionas de una u otra manera. Trata de tomar decisiones con la cabeza fría.

3. Acepta y conoce tus limitaciones

Es importante conocer tus cualidades, pero también tus limitantes para saber hasta dónde puedes llegar. Conoce cuáles son las herramientas con las que cuentas y sácales el mejor provecho para alcanzar tus metas.

4. Medita y háblalo

En ocasiones los motivos que desencadenan un sentimiento de frustración son provocados por percepciones, muchas de ellas equivocadas, por ello es importante hacer un alto para reflexionar la situación y también resulta necesario hablarlo, externarlo con alguien de tu entera confianza. Si tu frustración es ocasionada por un mal entendido con tu jefe o cualquier compañero de trabajo, recuerda que en lo laboral nunca debes tomar las cosas como algo personal.

5. Realiza ajustes en tu estrategia

No te sientas culpable tras una situación de frustración, por lo contrario, aprende de la experiencia y saca el mayor provecho posible. Una forma de hacerlo es reajustando tu estrategia de crecimiento laboral.

La frustración, ya sea por cuestiones profesionales o personales, forma parte de nuestro día a día; la realidad es que no podemos evitarla, pero sí aprender a manejarla y superarla. La frustración de metas no alcanzadas puede ser muy intensa, y provocar ansiedad, depresión y baja autoestima. Evitemos ser presas de este sentimiento real, poniendo en práctica las recomendaciones brindadas, al mismo tiempo que aprovechamos los meses siguientes que restan del año eliminando lo que no funciona y potencializando lo que sí.

jueves, 1 de septiembre de 2016

¿Cómo deshacerte de las creencias irracionales?

 ¿Cómo deshacerte de las creencias irracionales?
Había una vez un perro llamado Rufo, el cual fue maltratado y abandonado por su dueño. Rufo trataba de entender la razón por la que fue tratado de esa forma, y al no hallarla, llegó a la conclusión de que los hombres eran malvados y peligrosos. Pasó un largo tiempo vagando por las calles, comiendo las sobras que encontraba en la basura y tomando agua de los charcos.

Un día un hombre se apiadó de Rufo y quiso adoptarlo, alimentarlo y cuidarlo, sin embargo, cuando Rufo vio que el hombre se acercaba pensó: “ahí viene uno de esos malévolos seres que gustan de maltratar a los animales como yo, pero esta vez no permitiré que me dañe”.

Convencido de sus malas intenciones, el asustado perro mordió la pierna de aquel hombre y éste lo pateó con fuerza para zafarse y salir corriendo. Rufo concluyó de nuevo: “¡Lo sabía! ¡Todos los hombres son iguales! ¡Sólo buscan hacerte daño!”.

Como en el ejemplo anterior, las historias generalizadas que nos contamos a partir de un hecho particular, alimentan nuestro sistema de creencias y este se convierte en el filtro a través del cual nos observamos a nosotros mismos, a los demás y al entorno que nos rodea.

Lo más riesgoso es que actuamos y decidimos a partir de este sistema y terminamos por provocar que suceda exactamente aquello que “ya sabíamos”, reforzándose estas creencias irracionales a lo largo de nuestra vida.

Es así que empezamos a poner etiquetas a todo aquello que nos rodea e incluso a nosotros mismos, lo que nos lleva a observar la realidad de manera errónea o distorsionada.

En su libro “Cómo controlar la Ansiedad antes de que le controle a usted”, Albert Ellis nos propone 3 métodos para disputar las creencias irracionales:

1. Sé realista

El método realista confronta nuestras creencias irracionales desde la premisa de que van en contra de la realidad, las contrasta directamente con los sucesos que nos rodean y demuestra que no hay suficientes hechos o evidencias que las validen.
¿Cuáles son las pruebas de que mi creencia irracional existe? ¿Qué experiencia me llevó a esta conclusión y qué me hace pensar que siempre sucederá igual?

2. Sé lógico

Este segundo nivel busca que las ideas o la sucesión de hechos se manifiesten de forma coherente, sin que quepan contradicciones entre ellas.
Por ejemplo, sí afirmo que yo no puedo equivocarme porque he pasado muchos años preparándome para hacer las cosas bien, sería tan ilógico como aseverar que existe la perfección en el ser humano e ignorar que nos rodean muchas condiciones externas que pueden llevarnos a cometer errores, no todo tiene que ver con nuestras capacidades o conocimientos.
¿Qué relación hay entre lo que creo que tiene que ser y lo que realmente es?

3. Sé pragmático

Muchas veces contamos con las suficientes evidencias para validar una creencia, incluso puede resultar un tanto lógica o coherente, pero aun así, mantenerla conmigo no me reporta ningún beneficio, al contrario, trunca mi desempeño y mi nivel de satisfacción.
Es así que llegamos al método pragmático, el cual cuestiona la utilidad o la practicidad de mis creencias.  ¿Hacia dónde me lleva esta creencia? ¿Es constructiva o autodestructiva? ¿Me hace sentir feliz o desgraciado?

“Es indispensable que el individuo abandone sus prejuicios y creencias irracionales; que acepte el hecho de que ni él, ni los otros, ni la vida son o serán necesariamente como le hicieron creer sus experiencias tempranas; que rompa sus antiguos libretos y etiquetas y se redefina a sí mismo como un ser libre y capaz de relacionarse de manera satisfactoria consigo y con los demás”. Dr. Martin Villanueva Reinbeck, autor del libro “Más allá del Principio de la Autodestrucción”.

¿Qué creencias irracionales has mantenido hasta el día de hoy? ¿Qué cambiaría en tu vida a partir de confrontarlas y deshacerte de ellas?