Cuando
por fin logras ese ascenso que tanto esperaste, todo parece ir de maravilla.
Eres el nuevo encargado de un grupo que trabajará bajo tu tutela, las responsabilidades
se han multiplicado, pero con ellas las oportunidades de aprendizaje, de
reforzar tus habilidades como líder, seguramente te sientes así, un tanto
emocionado, preocupado pero, ¿deprimido? ¿Podrías llegar a sentirte deprimido
por esta “buena noticia”?
Un reciente estudio dirigido por Seth Prins, un estudiante de doctorado en la Escuela Mailman de Salud
Pública de la Universidad de Columbia examinó a más de 20.000 trabajadores a
tiempo completo en una variedad de papeles.
Lo
que se descubrió fue sorprendente. Analizando a ejecutivos de mandos medios
(gerentes o supervisores a cargo directo) y administrativos sin ninguna persona
a su cargo se determinó que habían sufrido de depresión o ansiedad en los
últimos 12 meses.
Después
de examinar una variedad de factores, los investigadores encontraron que los
supervisores y gerentes tienen mayor probabilidad de depresión, con un 19% y un
16% de tasa de depresión respectivamente. Mientras tanto, los propietarios y
los trabajadores de abajo de la pirámide, tenían tasas mucho más bajas de
depresión, solo el 11% y 12%
Una
explicación que Prins y sus colegas ofrecen es que, comparados con los
propietarios, los mandos medios no tienen mucha autoridad o autonomía para
tomar decisiones, pero todavía se enfrentan a una gran presión externa para
cumplir objetivos. "Los mandos intermedios, probablemente, tienen la
mezcla perfecta de grandes exigencias, pero no autoridad en la toma de
decisiones con el fin de cumplir esas demandas".
Otra posible explicación a estos índices de depresión, es
que los mandos medios, en la mayoría de los casos, no interactúan con los
clientes directamente por lo que desconocen el impacto real de su trabajo y no
tienen la oportunidad de ser parte de las grandes decisiones.
¿Cómo
evitar los índices de depresión de mandos medios en tu organización?
Partiendo
de esta experiencia, hemos creído conveniente dar ciertos consejos para que tu
organización no sufra de este fenómeno. Para evitar la depresión en tu empresa
deberías:
Comunicar: Es importante establecer un espacio de interacción personal
con los altos medios, gerentes de un departamento o supervisores, donde ellos
puedan enterarse abiertamente de las consecuencias de su trabajo y expresar sus
dudas y opiniones. Pero, además de esto, debes crear en tu empresa un canal de
comunicación diario donde todos los mandos puedan estar en contacto, recuerda
que el éxito de cualquier relación (incluso en las laborales) es la
comunicación.
Empoderar: Enséñales a tus gerentes que sus errores de hoy serán los
éxitos del mañana. Ayúdalos a tener la mayor independencia posible en la toma
de decisiones y a enseñar a sus dependientes lo mismo.
Relacionarse: Crea en tu compañía actividades fuera de la jornada
laboral, donde tus colaboradores puedan distraerse, comunicarse, entretenerse.
Actividades como: after office, desayunos, paseos, deportes, entre otras
posibilidades.
Evaluar: Para conocer el estado psicosomático de tus colaboradores,
no está demás realizar encuestas de riesgos que permitan tomar decisiones
acertadas sobre tu personal y su desempeño.
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