Contrario a lo que piensan las empresas, no todos los problemas se resuelven con dinero. Te invitamos a conocer algunos efectivos métodos para motivar.
Una de las
mayores paradojas que se da en la administración empresarial es que, a pesar de
que los directores están totalmente conscientes del importante papel que juega
la motivación dentro
de la eficiencia de su
desempeño diario, éstos no dedican recursos
para mejorar ese factor.
Esta contradicción se debe, en gran parte, a la indefinición del término. La palabra motivación resulta tan sobre utilizada que ha generado una falta de significado concreto. Si alguien no trabaja con energía, es “porque no está motivado”; y sabemos que no está motivado porque se ve que trabaja sin energía. Por ejemplo, cuando alguien tiene problemas familiares, por más que lo motivemos en su labor, mientras no arregle sus asuntos, no trabajará al 100 por ciento.
Otro caso sucede cuando el empleado siente que no recibe lo que merece por su trabajo. La respuesta “motivacional” inmediata que surge es “subir su sueldo”, sin embargo, no se trata de una motivación, sino de una simple compensación. Claro, el trabajador se sentirá mucho más motivado una vez que reciba el pago extra, sin embargo, lo que sucede acá es netamente justicia.
Hay otros casos donde, por medio de premios y beneficios extras, el dinero sí pasa a ser un elemento motivacional.
Pero, no todos los problemas se resuelven con dinero. Aún queda por responder varias preguntas: ¿qué sucede cuando el equipo se lleva mal? ¿Qué pasa con aquellos casos donde el dinero no es un elemento importante? ¿Cómo lograr la motivación en equipos difíciles?
Esta contradicción se debe, en gran parte, a la indefinición del término. La palabra motivación resulta tan sobre utilizada que ha generado una falta de significado concreto. Si alguien no trabaja con energía, es “porque no está motivado”; y sabemos que no está motivado porque se ve que trabaja sin energía. Por ejemplo, cuando alguien tiene problemas familiares, por más que lo motivemos en su labor, mientras no arregle sus asuntos, no trabajará al 100 por ciento.
Otro caso sucede cuando el empleado siente que no recibe lo que merece por su trabajo. La respuesta “motivacional” inmediata que surge es “subir su sueldo”, sin embargo, no se trata de una motivación, sino de una simple compensación. Claro, el trabajador se sentirá mucho más motivado una vez que reciba el pago extra, sin embargo, lo que sucede acá es netamente justicia.
Hay otros casos donde, por medio de premios y beneficios extras, el dinero sí pasa a ser un elemento motivacional.
Pero, no todos los problemas se resuelven con dinero. Aún queda por responder varias preguntas: ¿qué sucede cuando el equipo se lleva mal? ¿Qué pasa con aquellos casos donde el dinero no es un elemento importante? ¿Cómo lograr la motivación en equipos difíciles?
MOTIVAR LO INMOTIVABLE
En coaching, existe un término cada vez
más utilizado por los expertos sector: los “incoacheables”. Se trata de personas que, por más esfuerzo que realices no es posible
dirigir, puesto que la respuesta es inhibida desde su interior,
el trabajador simplemente no quiere aprender.
Para el caso de la motivación, no corre dicha teoría. Los empleados, de alguna u otra forma, siempre pueden ser motivados, lo realmente difícil es encontrar el “factor que lo desmotiva”.
Para el caso de la motivación, no corre dicha teoría. Los empleados, de alguna u otra forma, siempre pueden ser motivados, lo realmente difícil es encontrar el “factor que lo desmotiva”.
Además de
este elemento, existen varios otros en los que poner atención y aplicar, para
lograr una buena motivación, incluso en equipos difíciles. Éstos son:
·
LA
MOTIVACIÓN ES CAUSA Y CONSECUENCIA
Aunque la mayoría de las veces se piensa que la (des)motivación es
la que influye en el desempeño
de las personas, también puede suceder al revés. Es decir, que muchas veces es
el mismo trabajo que realiza el que genera su bajo
rendimiento.
·
ACCIÓN
SIN MOTIVACIÓN
Como directivo es muy importante aceptar que ni tú ni tu gente
estarán siempre motivados. Es interesante generar un contexto de trabajo y
colaboración que dependa más de los planes
marcados que del ánimo imperante. Dicho de otra forma, se
sienta como se sienta tu equipo lo importante es hacer lo que debe, lo que han
planificado entre todos.
·
MOTIVACIÓN
NO ES IGUAL A ÁNIMO
Muchas
personas no están muy contentas yendo al trabajo cada mañana y sufren
pensamientos y emociones negativas al respecto, pero acuden y luego incluso
trabajan con ánimo. El director debe tratar de dar "motivos" para venir a trabajar y
para querer trabajar.
·
DIRIGIR
EN LA MEDIDA JUSTA
Invitar a los miembros de los equipos a compartir sus ideas para
superar los desafíos. Fomentar los debates y conducir la participación de los
empleados, ofreciéndoles guías y directivas para la generación de nuevas ideas
y la toma de decisiones.
·
LA
MOTIVACIÓN DEPENDE DEL CONTEXTO
Las personas no estamos "motivadas en general", nuestra
motivación es contextual, temporal y específica, relacionada con una actividad
en un tiempo y en una situación concreta. El talento sale a relucir o no en función de la
motivación relacionada con cada contexto.
·
RECURSOS
NECESARIOS
Asegúrate de que el equipo tenga el lugar adecuado y el tiempo suficiente para poder
hacer su trabajo. De la misma manera, cuente con el número de personal necesario.
·
DEFINIR
OBJETIVOS Y ALCANZABLES
Una persona que no se propone objetivos o metas profesionales, es
una persona desmotivada. La motivación de tus empleados crecerá si se marcan “metas alcanzables” y concretas.
·
DESARROLLAR
LAS CAPACIDADES
Una manera de involucrar a la gente en los desafíos es darles la oportunidad de poner en
práctica sus habilidades que normalmente no utilizan en su trabajo cotidiano.
·
CELEBRA
EL TRABAJO
Reconoce y
recompensa a las
personas. El tipo de premio no es tan importante como el hecho de reconocer
públicamente el trabajo bien hecho.
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