En
la actualidad, el mercado cada vez es más competitivo y globalizado;
por consiguiente, las organizaciones apuestan por nuevas herramientas
que permitan dirigir el negocio y aprovechar al máximo sus recursos, uno
de estos: el talento humano, que a través de una disciplina denominada
«coaching empresarial» permite que el individuo pueda potencializar sus
competencias y de esta manera alcance el máximo rendimiento.
Dicho de este modo, el Coaching se lo entiende como una práctica
gerencial de vanguardia, cuyo origen se encuentra dado desde las
primeras técnicas empleadas por el filósofo griego Sócrates en el siglo V
a.c, señalado como el primer coach de la historia, creando así el
método socrático.
La versión moderna de este término llega del mundo del deporte y
particularmente de Timothy Gallway que propuso un nuevo método para
jugar tennis. Hoy en día, estos dos orígenes principales se han venido
aplicando al mundo empresarial tomando un mayor auge.
En consecuencia, el Coaching es un proceso de cambio que a través de
sesiones pautadas a modo de conversación, el especialista en esta rama
denominado «coach» será quien acompañe durante el proceso por medio de
preguntas claves a la persona que está siendo guiada definiéndola como
«coachee» y de esta manera será el propio individuo quien encuentre las
respuestas a sus limitantes, miedos, barreras, etc.
Se puede además concluir que el Coaching no es mentoring, el Coaching
no es consultoría, es un proceso de cambio que contribuye y facilita
para que una persona o grupo de personas pueda alcanzar sus objetivos,
mitigando la incertidumbre y desarrollando sus competencias.
En consecuencia, el Coaching es una herramienta distinta al resto, de
acuerdo a los resultados tan beneficiosos que este proceso brinda a las
organizaciones, cada vez más, desde Recursos Humanos, se incluye como
parte de la planificación del factor humano.
Tal y como lo menciona Goethe citado en (Anzorena, 2015) “Lo mejor que puedes hacer por los demás no es enseñarles tus riquezas sino hacerles ver las suyas propias”.
¿Te interesa implementar este mecanismo en tu compañía? Estos son los 3 pasos que deberías seguir:
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