Además de ser capaz
de responder cuando te llamen, trata de no quedarte en blanco si te hacen estas
preguntas.
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Tienes el CV actualizado, tus perfiles
en redes sociales perfectamente completados para demostrar tu valía y varias
cartas de recomendación que avalan tu profesionalidad. Desde luego las
tienes todas contigo para que te llamen para el puesto que solicites, pero eso
no significa que vayas a conseguirlo.
Primero tendrás que enfrentarte a la entrevista
de trabajo, y ahí es cuando de verdad te la juegas.
Con el fin de saber detectar a los mejores
talentos, las empresas cada vez cuidan más de su departamento de Recursos
Humanos. De ellos depende que la compañía contrate o no a los candidatos
ideales para la buena marcha y crecimiento del negocio y se especializan en
averiguarlo todo a través de lo que parecen sencillas preguntas. Y tienes que
contestarlas adecuadamente.
Quieren saber si te despidieron o te
marchaste tú –y en ambos casos los motivos–, pero no es muy común que te lo
pregunten directamente.
Si cuando llegan preguntas que parecen
no tener relación alguna con el puesto titubeas, te quedas en silencio y
no sabes qué decir o cómo actuar, estás perdido. Vaya, que lo mismo hasta se
ahorran decirte el clásico 'ya te llamaremos', porque no van a hacerlo.
No hagas drama que para la próxima hay solución. Simplemente tienes que
prepararte bien la entrevista, y nada como conocer las respuestas de antemano.
Un equipo de expertos reclutadores revela
las respuestas que deberíamos sabernos de memoria, porque estás cuestiones las
hacen casi seguro. ¿Sabrías contestarlas?
Claramente, estos
candidatos se las han complicado, ¿y tú?
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Orgullo y prejuicios
1. ¿De qué se siente más orgulloso de
haber logrado en su último empleo?
Sencilla y concisa, así descubren
varios de tus puntos fuertes: en qué eres especialista; tu grado de
humildad o arrogancia; si has cosechado éxitos laborales –y en tal caso, si no
se reducen a 'labores de andar por casa'–; la importancia que le das al trabajo
en equipo; tu capacidad para desenvolverte ante retos profesionales… Llega el
momento de venderte y debes conocer de memoria el guion de tu propio
anuncio.
“Simplemente contando que 'aumentaste
el número de seguidores en Facebook' no darás una idea de lo que has logrado”, advierte
Bianca London en 'The Daily Mail', quien, siguiendo el ejemplo, recomienda
explicar por qué son importantes las redes sociales para las empresas y los
beneficios reales que reportó a la compañía tu esfuerzo por mejorar su
presencia en las mismas así como éxitos puntuales.
Exjefes, aquella gran
relación
2. ¿Cómo cree que le describiría su
anterior jefe?
En el fondo, lo que quieren saber es
cómo serás con ellos si deciden contratarte. No hay que mentir, pero tampoco es
de recibo que empieces a contarles lo mal que te llevabas con 'aquel tipo
infecto' porque pensarán que vuestra futura relación será igual de negativa.
Trata de explicar las experiencias positivas remarcando tu estupenda relación
con el equipo, por qué confiaron en ti para determinada tarea, lo que
aprendiste de tus anteriores jefes o lo bien que terminó vuestra relación
cuando te marchaste. Eso sí, ojo con exagerar porque pueden pedir referencias.
¿Te fuiste o te
echaron?
3. ¿Por qué quiere cambiar de trabajo?
Quieren saber si te despidieron o te
marchaste tú –y en ambos casos los motivos–, pero no es muy común que te lo
pregunten directamente. Además de darse cuenta de si conoces realmente las
labores que realizarías en el puesto, a través de esta pregunta pueden conocer
a qué te quieres dedicar, en qué estás especializado, qué les puedes ofrecer,
si eres la persona adecuada para el puesto y, en síntesis, los motivos
por los que te interesa el trabajo y tú puedes interesarles a ellos. Como en la
anterior, recuerda no usar tu intervención para quejarte de tu anterior empresa
o jefe. Mejor procura destacar las partes positivas y enriquecedoras del
nuevo puesto en comparación con el anterior.
Aprendiendo de los
errores
4. Hábleme de un momento en el que haya
hecho algo mal en su trabajo. ¿Cómo corrigió su error?
“Todo el mundo comete errores, pero no
todos tienen la capacidad de resolverlos rápidamente”, relata London, quien
asegura que esta pregunta, además de común, no es ninguna trampa. Así
descubren lo resolutivo que eres, cómo afrontas los problemas, si sabes delegar
o asumir responsabilidades. “No les interesa conocer qué tipo de errores
cometes sino cómo los solucionas”. Eso sí, tampoco te decantes por contar aquel
que fue fatídico para la empresa y acabó en incendio porque “La malograste
y mucho”.
Demuestra tu
fidelidad
5. ¿Dónde se ve dentro de cinco años?
Hacen esta pregunta para saber si
pretendes durar en la empresa o estás allí casi por casualidad cuando en
realidad pretendes recorrerte Europa en Bla Bla Car. Visualiza qué te
gustaría ser y hacer en el futuro y cómo ese trabajo se adapta a tus
necesidades profesionales (o económicas, que todo puede ser). Pero hazlo
en casa y limítate a contar la historia que te has montado en la cabeza para
que vean que pretendes comprometerte con ellos y con su proyecto a largo plazo.
Nadie es perfecto, y
lo sabes
6. ¿Cuál es su peor defecto?
La clave está en convertir lo negativo
en positivo. Pero huye de los tópicos como 'soy demasiado organizado', 'me
exijo mucho a mi mismo' o 'me gusta demasiado mi trabajo'. Si lo haces con la
suficiente ironía quizás les saques una sonrisa, pero tampoco habrán averiguado
nada de ti más allá de que das el perfil de ser un poco arrogante. Demuestra
que eres una persona concienciada y honesta.
“Tal vez comentar que te gusta mucho retozar en la cama el fin de semana, que a veces hablas en voz baja cuando lees o que a menudo se te olvida recoger los papeles de la impresora, pueden resultar defectos mucho más elocuentes y atractivos”, aconseja la experta en Recursos Humanos.
Momento místico
7. ¿Cómo describiría el sabor de una
manzana a alguien que no puede probarla?
Por poner un ejemplo. Parecida a 'si
fueses un animal, ¿cuál serías?' o '¿qué sonido hace el tronco de un árbol al
caer en medio de un bosque deshabitado?'. Lo que buscan es que seas original
y les sorprendas. Aunque la lleves preparada de casa, tómate un momento
para responder. Verán que tu capacidad de pensamiento crítico está
completamente en forma.
Hacerles reír siempre
es un plus, pero asegúrate de que se ríen contigo, no de ti.
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Tu vida privada: su
gran tabú
8. ¿Qué festividades religiosas sueles
celebrar?
Es ilegal que un entrevistador te
pregunte sobre tu religión, edad, estado civil, si tienes o quieres tener hijos
o tu orientación sexual. “Los empleadores utilizan estas preguntas para
discriminar a los solicitantes en el proceso de contratación”, alerta London,
quien recomienda no ponerse a la defensiva y responder de forma natural aunque
medianamente impersonal. Globaliza tu respuesta desde el respeto sin
meterte, como se suele decir, en camisas de 11 varas.
Ahora te toca a ti
9. ¿Tiene alguna pregunta?
Un clásico que no falla y que
les sirve para saber si les has escuchado –por lo general, a lo largo de la
charla suelen dar algo de información sobre la empresa o el trabajo– y hasta
qué punto te interesa el puesto. Lo ideal, recomiendan los expertos, es que nos
preparemos previamente un montón de preguntas y aprovechemos este momento para
aclarar las que no hayan sido respondidas durante la entrevista. Un par de
sugerencias por si queremos quedar como auténticos pro: '¿A qué se le da
más importancia en la empresa, a la cultura o al equipo?' o '¿Cuáles son las
oportunidades de formación y desarrollo dentro de la empresa?'
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