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Usar el ‘smartphone’ para resolver asuntos laborales te hace más productivo y eficaz, pero es esencial que diferencies los contenidos que debes compartir y los servicios más adecuados para tu trabajo.
No hay duda de que el teléfono móvil se ha
convertido en una herramienta de trabajo fundamental. Tendencias como entornos
laborales en los que el empleado tiene una gran movilidad, el trabajo
colaborativo y la deslocalización han hecho que el smartphone se
encuentre en el centro de todas las operaciones. Pero, ¿lo estamos usando de
forma profesional? ¿Hasta qué punto se pueden compartir contenidos a través del
móvil?
Quizá ahora ya no tenga tanto sentido crear hojas
de cálculo a través del teléfono, pero sí cobran cada vez más relevancia los
servicios cloud, la mensajería instántanea y vídeoconferencias que
permiten trabajar al empleado desde cualquier lugar.
La mayoría de los profesionales usa su teléfono
personal para realizar tareas de su trabajo.
La clave es que tanto la empresa como el
profesional sepan adecuar su uso a sus funciones y así sacarle el máximo
partido. “Perfiles tecnológicos y comerciales son los que ahora están
trabajando mucho con el móvil, es decir, sobre todo se convierte en una
herramienta imprescindible en aquellos puestos que gozan de mayor autonomía y
en los que se da un modelo de trabajo no presencial”, señala Mariano Cañas,
director de división de márketing y ventas de Experis.
“El uso de los smartphones a la hora de
trabajar supuso una gran novedad. Hubo un boom en el que muchos profesionales lo
empleaban para una gran cantidad de tareas, pero el móvil no es práctico para
todo. Ahora hay un mayor equilibrio entre lo que se puede hacer y lo que no, y
lo que ahorra costes y tiempo, tanto para la empresa como para el empleado”,
asegura Juan Quintanilla, director de desarrollo de negocio de Funciona, quien
señala algunos de los usos más habituales y que convierten al smartphone en
una herramienta profesional:
-Gestión de tareas: organizar
actividades, convocar reuniones, confirmar la asistencia… son algunas de las
funciones que ofrecen las soluciones más comunes para móviles. Facilitan las
gestiones y permiten a los profesionales optimizar su tiempo.
-Seguimiento: se trata de
informar del estado de un proyecto. Los profesionales que están trabajando en
esa actividad reciben notificaciones sobre las últimas actualizaciones y pueden
intercambiar opiniones de forma inmediata. El objetivo es mejorar la
productividad y evitar fallos de coordinación cuando los empleados trabajan
desde ubicaciones diferentes.
-Formación: otra de las apuestas
está siendo la elaboración de cursos a través del móvil. De esta forma, las
empresas otorgan flexibilidad a sus empleados para que estudien según su
disponibilidad, a la vez que permite el uso de recursos variados: texto, vídeo
y audio.
La mensajería instantánea y los servicios ‘cloud’
son los recursos que más se utilizan.
-Personal: el uso del correo
electrónico o gestionar las tareas a través del teléfono personal son las
prácticas más extendidas a la hora de usar elsmartphone como elemento
de trabajo. Los profesionales y las empresas se encuentran ahora con el reto de
establecer de forma clara el tipo de contenidos corporativos que se pueden
compartir y, por supuesto, poner límites a la disponibilidad de 24 horas en la
que se puede caer al usar el móvil propio para resolver temas de trabajo. De
hecho, según el estudio La flexibilidad laboral: ¿amiga o enemiga?, elaborado
por Vodafone, “el 71% de los empleados españoles utiliza su smartphonepara
trabajar fuera de la oficina y sólo el 20% usa uno proporcionado por la empresa
[…] y apenas el 16% emplea un acceso remoto seguro”.
MODELOS DE TRABAJO
Como se vaticinaba en el último foro económico
mundial de Davos, la movilidad y la flexibilidad laboral van a ser
determinantes en los próximos años. Para César Cid, director de segmento de
Corporate de Empresas de Vodafone España, la implantación de estas fórmulas es
el presente, pero “al final se trata más de un tema cultural en las empresas y
las ganas por cambiar y buscar nuevos métodos más ágiles y productivos”.
Aquellas compañías en las que la movilidad forma
parte del negocio son las mejor preparadas para trabajar desde cualquier
dispositivo, como pueden ser las start up con una fuerte base
tecnológica, “pero también hay sectores más tradicionales, como la banca y la
gestión de oficinas, que empiezan a adoptar estas herramientas para
relacionarse con los clientes”, añade Cid. Mientras que las empresas deben
ofrecer los recursos adecuados a sus empleados, estos tendrán que dominar el
lenguaje digital y saber trabajar en equipos localizados en diferentes partes
del mundo, dos habilidades que se exigirán cada vez más a medida que se sigan
implantando soluciones de movilidad.
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