Es muy habitual que debido a la gran cantidad de candidaturas recibidas para postular a un puesto de trabajo, se usen un mayor número de filtros para cribar candidatos e intentar agilizar el proceso; pero la preselección tiene como función lograr filtrar las candidaturas atendiendo a las competencias y aptitudes idóneas que tiene que tener un postulante para desempeñar el puesto, no a intentar predecir qué candidatos resultarían ser buenos empleados, atendiendo a criterios subjetivos, absurdos, caprichosos e incluso discriminatorios.
La web 2.0 es una herramienta fantástica para el reclutamiento y selección, pero en muchos casos está siendo usada únicamente para cribar candidatos de forma poco objetiva.
Teniendo en cuenta que los perfiles sociales del 47% de los empleados potenciales son examinados inmediatamente después de haber recibido su candidatura a una oferta de empleo, y el 27% después de una conversación inicial, es obvia la importancia que están adquiriendo las redes sociales en el proceso de preselección.
Algunos criterios de descarte basados en artes adivinatorias
- Descartar a un candidato atendiendo a aspectos cuantitativos de su perfil social, como el número de seguidores, amigos o contactos, basándonos en la posibilidad de que pueda tratarse de una persona con una baja capacidad relacional es un descarte por premonición.
- Descartar a un candidato por carecer de recomendaciones en su perfil de LinkedIn, presuponiendo que es debido a que nadie tiene nada bueno que decir de él o ella, es un descarte por presagio.
- Descartar a un candidato por el uso de “emoticonos” y escritura abreviada en sus tweets, dando por hecho que se trata de un candidato con dificultades para expresarse gramaticalmente de forma correcta es un descarte por corazonada.
- Descartar a un candidato por dar credibilidad a información no contrastada compartida por terceros en la red es un descarte por adivinación. No siempre “cuando el río suena, agua lleva”, ¿y si contrastamos esa información?.
- Descartar a un candidato por compartir en sus perfiles sociales aspectos banales de su vida cotidiana, tales como la ropa que lleva un día, lo que desayuna, almuerza o cena, lo que acaba de comprar… presuponiendo que tiene un trastorno histriónico de la personalidad es un descarte por clarividencia.
Encuentranos en:
www.logisticahumana.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario